jueves, 18 de junio de 2015

Un Google Maps del siglo XIX

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A finales del siglo XIX la ciudad de Barcelona vivió uno de los cambios urbanísticos y sociales más relevantes de su historia. Tras luchar durante años para acabar con las murallas que primero la habían protegido y luego la oprimían y le impedían crecer en un momento en el que la industrialización había llenado de fábricas parte de la ciudad. Por fin, en agosto de 1854, comenzó el derribo de este cinturón de muros y torres bajo la consigna ¡Abajo las murallas!que acabarían, entre otros, con el problema de salubridad para las 180.000 personas que vivían en el interior. Barcelona ya no tenía límites para convertirse en una gran metrópolis europea, pero los cambios suponían acabar también con parte de la trama urbana.

Surgió entonces la necesidad de documentar los espacios que estaban a punto de desaparecer. Fotógrafos como Joan MartíAdolf Mas, Josep Pons o Frederic Ballell recogieron con sus objetivos los últimos días de estas calles, plazas y casas. Pero la mayor foto fija de este momento de la ciudad ha permanecido en los cajones del Arxiu Históric de la Ciutat hasta ahora. Se trata de los llamadosCuarterones de Garriga i Roca, un enorme mapa a escala 1:250 (formado por 117 fragmentos) de la ciudad realizado entre 1858 y 1860 en el que, con todo lujo de detalles, se representan las parcelas y todos los elementos públicos existentes en la ciudad de entonces como calles, plazas, patios, baluartes, jardines, fuentes, lavaderos, acequias, pero también iglesias, conventos, palacios o puentes, que además aparecen representados con sus plantas.

Un mapa de 50 metros cuadrados

El nuevo mapa virtual está formado por 117 cuarterones realizados a escala 1:250 que suman 50 metros cuadrados.
La ciudad no había dejado de crecer pasando de 110.000 habitantes en 1787 a 180.000 a 1857.
En el siglo XIX existían más de un centenar de grandes edificios religiosos. Los cuarterones permite ver qué se construyó tras la destrucción de conventos de 1835.
Los cuarterones fueron encargados a Garriga i Roca entre 1858 y 1860. Cerdà propuso su plan para la ciudad en 1859.
La apertura de Via Laietana, entre 1908 y 1958, fue la primera extensión de trama urbana desaparecida de la ciudad de los cuarterones.
ajuntament.barcelona.cat/darreramirada/
Con esta fuente de primer orden el Arxiu y el Departamento de Sistemas de Información del ICUB han creado Cuarterones Garriga i Roca. Barcelona, última mirada. Una ciudad de mediados del siglo XIX a punto de cambiar para siempre, un recurso digital multimedia, una especie de Google Maps del siglo XIX, con la que se puede pasear y descubrir (desde el ordenador de tu casa) que se ha conservado y que se ha perdido en el camino en esta ciudad en continua transformación.
La nueva herramienta permite no solo acceder a la imagen de estos mapas “cosidos” como si fueran uno solo, autoreferenciados con un plano actual de la ciudad, pasando en apenas un segundo de la Barcelona de 1860 a las del 2015, que aparece y desaparece a nuestro antojo. También puede visualizarse, a partir de diferentes capas creadas, toda la información que proporcionan los propios cuarterones: edificios antiguos, de antigüedad mediana y recientes, espacios verdes (muchos sorprendentemente y más de los que han quedado en la actualidad), puntos de agua, edificios singulares y fábricas más relevantes, además de su dispersión y concentración por la ciudad o en algunos de los sectores. La nueva página permite, además, buscar directamente una calle o plaza y ver cómo han cambiado o si han desaparecido. Es el caso de calles como la de L’Oli, Filateres, Basea, Pom d’Or, Abaixadors o plazas como la de Reina Maria Isabel. Casi todas desaparecieron con el esponjamiento que supuso la apertura de avenidas como la Vía Laietana, diseñada por Cerdà en 1859 e inaugurada en 1908.
La nueva aplicación guarda una sorpresa espectacular y quizá la realización de mayor complejidad de todo el trabajo: La Barcelona imposible, un recorrido en 3D por una parte de esta ciudad, en concreto desde la Plaça Nova, al lado de una de las puertas de la muralla romana y de una irreconocible catedral que no cuenta con su característica fachada de falso gótico que se construyó décadas después, hasta el Pla de Palau, lleno de gente (era el centro neurálgico de la ciudad en este momento) y donde destacan un precioso Palau del Virrei que daba nombre a la plaza y que fue arrasado por el fuego poco después, en 1875 y El Portal de Mar, la puerta que comunicaba la ciudad con el mar, detrás de las murallas.
Xavier Tarraubella, director del Arxiu aseguró que la nueva web está dirigida a investigadores y ciudadanos curiosos que quieren descubrir parte de la historia de ciudad. Todos verán sus grandes posibilidades a golpe de clic.

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